El cielo diáfano de la ciudad cubre las cabezas de todos sus
habitantes
Por la calle pasó una sombra
El músico sueña un mundo donde musa y palabras bailan sobre la piel de
las muchedumbres
La niebla avanza hacia los cerros
Ellos deambulan sedientos por
las calles Harapos visten su desnudez
Son los héroes de esta guerra interminable
Alguien escondido en la
buhardilla
vio pasar su sombra tras la ventana la noche de año nuevo
¿Volverá el poeta alguna vez a caminar por los cantiles?
Unos versos descansan en su tumba
Le atormentaba el destino de cualquier gaviota
Ahora que ha traspasado la cuarta dimensión
el sabio contempla en su reloj de arena las huellas que ha borrado el viento
Fueron sus espacios tan virtuales
como sueños de un aparecido
Nada semejante habíase visto
Un pastor guiando las ovejas al despeñadero
Un poeta sembrando palabras en la fosa y
un acantilado reverdeciendo hierba ramoneada por caballos
prehistóricos
La sombra del Hombre se perdió tras los escaparates
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